Las luces traseras garantizan una mayor seguridad en carretera, especialmente en la oscuridad. Incluyen la luz trasera, la luz de freno, la luz de marcha atrás, la luz antiniebla trasera y los intermitentes.
Las luces traseras son un componente de la iluminación del vehículo. Incluyen las siguientes luces
La luz trasera, la luz de freno y el indicador de dirección se utilizan con mayor frecuencia. La luz de marcha atrás se utiliza como señal para dar marcha atrás y la luz antiniebla trasera cumple una función relevante para la seguridad cuando la visibilidad es inferior a 50 metros.
La luz trasera o la luz de freno se benefician de las ventajas de la moderna tecnología LED (diodo emisor de luz). Entre ellas se encuentra el rápido encendido, relevante para la seguridad: El LED se enciende a plena potencia en cuanto se conecta. Esto significa que la señal de frenado se reconoce más rápidamente y es posible reaccionar antes ante una situación peligrosa. En comparación: una lámpara incandescente alcanza su máxima luminosidad una fracción de segundo más tarde.
Las luces traseras contribuyen a la imagen de marca típica de un vehículo. Las múltiples posibilidades que ofrecen los LED en combinación con sistemas ópticos se utilizan cada vez con más frecuencia. Con ellos se pretende apoyar el diseño del vehículo con un estilo atractivo. Para desarrollar estos sistemas de iluminación, ingenieros y diseñadores colaboran estrechamente en el desarrollo preliminar de la tecnología de iluminación.
Los avances técnicos permiten hacer realidad los deseos de los diseñadores en lo que respecta a la iluminación de zonas amplias, la creación de una firma y un mayor efecto de profundidad.
Las luces traseras garantizan una mayor seguridad en el tráfico rodado. Las normativas legales, como la ECE o la FMVSS 108, crean condiciones marco relevantes para la seguridad y definen una imagen de señalización normalizada.
Existen pilotos traseros que sólo utilizan LED como fuente de luz. Gracias a su larga vida útil y a que no requieren mantenimiento, la tecnología de iluminación LED contribuye positivamente a la protección del medio ambiente.
Gracias a su larga vida útil, su gran fiabilidad, su reducido tamaño y su bajo consumo energético, los LED sustituyen cada vez más a las lámparas incandescentes. Las luces LED prácticamente no se desgastan ni requieren mantenimiento, por lo que contribuyen en gran medida a mantener el valor del vehículo.