La luz de cruce tiene por objeto garantizar una iluminación óptima de la carretera sin deslumbrar a los vehículos que circulan en sentido contrario. La luz de carretera es una luz prescrita por la ley. En la mayoría de los casos, se instala en los faros.
La luz de cruce está diseñada para garantizar una iluminación óptima de la carretera sin deslumbrar a los vehículos que circulan en sentido contrario. Con el desarrollo de la tecnología automovilística, la luz de cruce también ha experimentado un progreso tecnológico constante: Existen muchas versiones y tecnologías diferentes de luz de cruce en los vehículos de motor actuales. Se distinguen los siguientes sistemas:
La luz de carretera es una luz prescrita por la ley. En la mayoría de los casos, se instala en los faros. La iluminación de la carretera con la luz de carretera es más amplia que con la luz de cruce. También en este caso existen diversas tecnologías vinculadas a la luz de cruce.
Con una iluminación óptima, los peligros pueden reconocerse a tiempo en la oscuridad, la lluvia y la niebla. Para evitar el deslumbramiento del tráfico que circula en sentido contrario, el legislador ha dictado normas legales relativas al reglaje y la limpieza. Por ejemplo, para las luces de cruce de xenón y LED la ley exige un sistema lavafaros y una regulación automática del alcance luminoso.
La luz de carretera sólo debe utilizarse en completa oscuridad. Permite una iluminación más amplia de la calzada. La luz de carretera también puede utilizarse como luz intermitente y servir así de advertencia en determinadas situaciones.
La eficacia de una lámpara halógena estándar es de alrededor del 8%, el 92% restante se pierde por radiación térmica. Las bombillas halógenas pueden eliminarse de forma segura con la basura doméstica.
La eficacia de las lámparas de descarga de gas xenón se sitúa en torno al 28% de radiación luminosa. El 72% restante se convierte en calor. Hay que tener especial cuidado al reciclarlas, ya que el contenido de mercurio de las bombillas no debe eliminarse con los residuos domésticos.
Gracias a su bajo consumo y su alta eficacia luminosa, las luces de cruce LED ya son muy eficientes.
A título orientativo, una lámpara LED puede alcanzar una vida útil de 30.000 horas o más. La vida útil de las lámparas halógenas convencionales de 12 V suele ser de entre 2.000 y 4.000 horas.
Las luces de cruce LED aún no pueden sustituirse individualmente, como ocurre con las lámparas halógenas convencionales de 12 V. Esto significa que, en caso de defecto, debe sustituirse todo el faro.
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