La calefacción, ventilación y climatización del habitáculo del coche se controlan a través de la unidad HVAC (HVAC = Heating, Ventilation, Air Conditioning (Calefacción, Ventilación, Aire Acondicionado)) o simplemente aire acondicionado. Esta se encarga de suministrar aire al habitáculo con la temperatura, humedad y pureza deseadas, así como en la cantidad requerida.
Generalmente, el término "aire acondicionado" se asocia únicamente con la función de enfriamiento, aunque también se encarga de la ventilación y calefacción del coche. Las unidades HVAC modernas pueden controlar la calefacción, ventilación y refrigeración en diferentes zonas, como, por ejemplo, en el área del conductor, del pasajero y en los asientos traseros, de forma independiente. La unidad HVAC incluye el ventilador, que dirige el aire al habitáculo a través de diferentes salidas. Además, los filtros de habitáculo se encargan de limpiar el aire.
Cuando se desea enfriar el habitáculo del coche en verano o en condiciones de alta temperatura exterior, se utiliza el circuito de refrigerante. Este es un sistema cerrado que conecta los principales componentes del aire acondicionado: el compresor, el condensador, el secador, la válvula de expansión y el evaporador, y en el que circula el refrigerante.
La calefacción del vehículo se controla a través del sistema de refrigeración del motor. Para evitar que el motor se sobrecaliente, se enfría mediante un circuito de refrigeración. Se utiliza una mezcla de agua y refrigerante que se bombea al motor, donde absorbe el calor y luego se enfría nuevamente en el radiador. El refrigerante calentado se utiliza para la calefacción del coche. Si esta potencia calorífica no es suficiente, se utilizan varios calentadores auxiliares.