Lubricación

En la definición moderna, el término "lubricantes" incluye principalmente productos que se utilizan para lubricar elementos deslizantes y rodantes. Sin embargo, los lubricantes también se clasifican como productos relacionados que son similares en composición, producción y propiedades, pero que se utilizan para la transmisión de potencia, conducción de calor, refrigeración o como agentes anticorrosivos.

La lubricación del motor se utiliza para reducir la fricción entre las piezas móviles del motor en los motores de combustión interna. Además, el aceite del motor debe disipar el calor y mantener el motor libre de residuos de combustión, desgaste, ácidos, agua y partículas de combustible, además de proteger la unidad de la corrosión.

Los aceites de motor modernos son fluidos de alta tecnología que están diseñados específicamente para su uso en modelos particulares de coches y deben soportar temperaturas y presiones extremas. Debido a que no todos los aceites son iguales, solo se debe utilizar el aceite correcto. De lo contrario, el consumo de combustible puede aumentar y el desgaste del motor puede acelerarse. Además, se pueden producir daños graves en el filtro de partículas, el catalizador o el motor. En el caso de coches nuevos, el uso de un aceite no aprobado puede incluso resultar en la pérdida de la garantía.

Por el contrario, los lubricantes adecuados y adaptados a las necesidades aumentan la vida útil de los motores y transmisiones y maximizan la conservación del valor del coche. Además, los modernos aceites sintéticos de baja fricción contribuyen significativamente al ahorro de combustible y ayudan a reducir las emisiones.