Los vehículos están expuestos regularmente a las influencias destructivas del entorno. La humedad, la suciedad y otras influencias agresivas, como la sal del camino o los excrementos de pájaros, atacan principalmente la pintura del coche y el chasis. Las partículas de suciedad deben eliminarse con agua y productos químicos de limpieza para que no dañen las superficies. El cuidado regular del coche es también la base para futuros trabajos de cuidado de la pintura, el plástico y otras superficies, con el fin de prolongar su vida útil y mejorar el aspecto estético.
La pintura del vehículo es susceptible a arañazos y suciedad. Los cuidados adecuados ofrecen protección y pueden evitar que sufra agresiones.
El lavado y el cuidado del automóvil mantienen el valor del vehículo y constituyen la base para el posterior cuidado de la pintura y las superficies de plástico. Dependiendo del ámbito de aplicación, hay que tener en cuenta diferentes aspectos.
No sólo el exterior del vehículo se ensucia con el barro, las hojas, la nieve y similares. A menudo la suciedad se traslada al interior. La tapicería, el cuero y las alfombrillas pueden limpiarse con los cuidados adecuados.
Al igual que en el tema de la salud, la prevención es lo más importante cuando se trata de vehículos. La goma, la pintura y los bajos pueden protegerse de la suciedad tomando las precauciones adecuadas.
El invierno en particular -con su frío, humedad, nieve y hielo- tiene un impacto negativo en el vehículo. En esta época del año hay que prestar especial atención al cuidado del coche para evitar daños en la pintura.
Los insectos, los excrementos de pájaros, la savia de los árboles, etc. que se adhieren al vehículo no sólo resultan antiestéticos, sino que también pueden dañar la pintura del coche a largo plazo. El resultado: el valor del vehículo disminuye.
El exterior del vehículo está constantemente expuesto a la suciedad. Para que vuelva a estar limpio, hay que tener en cuenta varias cosas, según el área de aplicación.