El estabilizador es un componente del chasis que actúa como un elemento elástico para reducir el balanceo del vehículo en las curvas.
Mientras que los sistemas de amortiguación de muelle son los principales responsables de las subidas y bajadas de una rueda, a veces se utilizan estabilizadores adicionales para reducir el balanceo. La barra estabilizadora está conectada a la suspensión de la rueda a través de las barras de acoplamiento. Por tanto, el estabilizador conecta ambas ruedas entre sí.
Se produce un movimiento de balanceo cuando una rueda de un eje se comprime mientras la otra se extiende. En tal caso, la barra estabilizadora se retuerce ("tuerce"). Esto crea un par restaurador alrededor del eje de balanceo. Esto no sólo reduce el ángulo de balanceo, sino que también influye en las diferencias de carga dinámica de las ruedas de un eje en las curvas, lo que a su vez afecta a la tracción y la estabilidad direccional de un vehículo. De este modo, el estabilizador mejora el agarre a la carretera y las características de maniobrabilidad.
Junto con los demás componentes de la suspensión, la barra estabilizadora es crucial para un comportamiento de conducción estable y, por tanto, para la seguridad de los ocupantes. Un mal funcionamiento o fallo de uno de los componentes de la suspensión de las ruedas puede tener un impacto significativo en la seguridad de conducción del vehículo, incluso hasta el punto de poner en peligro la vida y la integridad física. Para evitar cualquier peligro, es importante que sólo personal cualificado trabaje en la suspensión. Deben revisar todos los componentes con regularidad.
Los vehículos modernos utilizan tecnologías de vanguardia. Esto garantiza una larga vida útil de los componentes de la suspensión, lo que se refleja positivamente en las estadísticas de averías. Esto ayuda a mantener el valor del vehículo.