El freno de tambor se utiliza principalmente en el eje trasero de coches pequeños y vehículos de clase compacta.
El freno de tambor es casi tan antiguo como el propio automóvil y aún hoy se instala en los coches modernos, aunque de forma modificada y perfeccionada. El freno de tambor debe su nombre a su forma: es una construcción cilíndrica cerrada.
El freno de tambor consta de los siguientes componentes
El tambor de freno está firmemente unido a la rueda y sigue su movimiento de rotación. Al frenar, el cilindro de la rueda expande las zapatas de freno fijas y las presiona contra el tambor de freno. Esto frena el tambor. Al soltar el freno, los muelles de retorno devuelven las zapatas a su posición original.
El freno de tambor
Como todos los avances técnicos, el freno de tambor también tiene desventajas:
El freno de tambor es uno de los sistemas de seguridad más importantes del vehículo. Se desgasta relativamente poco y tiene una larga vida útil. Si observa que el efecto de frenado del freno de tambor se deteriora, acuda inmediatamente a un taller especializado. El freno de tambor sólo puede ser sustituido por especialistas formados. Deben observarse las instrucciones de montaje del fabricante.
El conductor no tiene que preocuparse por el mantenimiento del freno de tambor. El taller comprueba el estado de desgaste y la eficacia del freno de tambor durante los trabajos de inspección. Para conseguir un efecto de frenado óptimo y mantener el valor del vehículo deben tenerse en cuenta los siguientes aspectos: