Una buena iluminación es un elemento de seguridad esencial. Los faros garantizan que las carreteras estén suficientemente iluminadas. El factor decisivo aquí es la intensidad de la luz a larga distancia.
Una buena iluminación es un elemento de seguridad esencial. Por eso, los fabricantes de lámparas trabajan constantemente en nuevos desarrollos y mejoras. Uno de los objetivos son las lámparas para el mercado de recambios que iluminan la carretera con mayor intensidad que las lámparas estándar utilizadas como equipo original.
La cantidad total de luz en la normativa CEE se define con precisión para cada tipo de lámpara y no puede aumentarse más allá del límite de tolerancia permitido. Por lo tanto, la mayor iluminancia debe conseguirse de otra manera. Las lámparas que proporcionan más luz en la carretera tienen un filamento más compacto pero más brillante que una lámpara estándar. Esto permite al faro dirigir mejor y con mayor precisión la cantidad de luz disponible hacia la importante zona de largo alcance en la carretera.
Las mejores lámparas halógenas actuales consiguen hasta un 100 por cien más de iluminancia en la zona de largo alcance entre 50 y 75 metros en el lado derecho de la carretera. Además de las lámparas halógenas, están disponibles las siguientes lámparas:
La luz es un elemento de seguridad activa. A diferencia de los cinturones de seguridad o los airbags, que ayudan a minimizar las consecuencias de un accidente, una buena iluminación puede evitar que se produzcan accidentes. El cristalino del ojo humano se vuelve cada vez más opaco a lo largo de la vida. A los 40 años, una persona necesita tres veces más luz que un niño pequeño. Además, la resistencia del ojo humano al deslumbramiento disminuye alrededor de un 50% cada 12 años.
Por tanto, las lámparas que proporcionan más luz en la carretera sin deslumbrar a los vehículos que circulan en sentido contrario contribuyen de forma importante a la seguridad vial. El cono de luz significativamente más largo permite a los conductores reconocer obstáculos y situaciones peligrosas a tiempo y reaccionar con seguridad.
Sin embargo, en el mercado hay muchas lámparas baratas procedentes de Asia que también prometen más luz. Sin embargo, a menudo no cumplen los requisitos mínimos de la normativa CEE. Incluso las lámparas especialmente azules o de colores deslumbrantes suelen prometer más de lo que dan. En el peor de los casos, pueden provocar deslumbramientos peligrosos.
Las bombillas halógenas para faros no contienen plomo, cadmio ni mercurio. Esto protege el medio ambiente, sobre todo a la hora de desecharlas.
La tensión de a bordo influye considerablemente en la vida útil de las lámparas de filamento. Un aumento de la tensión de sólo un 5% reduce ya a la mitad la vida útil. Para estos casos, los fabricantes de marca ofrecen las denominadas lámparas LongerLife, con una vida útil hasta cuatro veces superior.