El accionamiento de distribución tiene la función de accionar los árboles de levas y controlar así la apertura y el cierre de las válvulas.
La distribución se encarga de accionar los árboles de levas y controlar así la apertura y el cierre de las válvulas. El accionamiento de la distribución puede realizarse con ayuda de una correa dentada, una cadena dentada o engranajes rectos.
Todas estas variantes de control tienen una cosa en común: transmiten el movimiento giratorio del cigüeñal al árbol o árboles de levas en una relación de transmisión de 2:1. Con esta relación, el accionamiento de la distribución puede controlar la apertura y el cierre de las válvulas.
Con esta relación, el accionamiento de distribución coordina la interacción sincronizada (sincronización) entre los movimientos del pistón y las válvulas. En el accionamiento de distribución se necesitan poleas tensoras y poleas tensoras con la ayuda de una correa dentada. Las poleas tensoras garantizan una tensión constante de la correa de distribución y transfieren la fuerza del tensor de la correa de distribución a la propia correa de distribución. Los rodillos de desviación modifican el recorrido de la correa dentada en función de la disposición de los ejes a accionar y, a menudo, sirven también como rodillos estabilizadores para evitar que la correa dentada flamee.
Al sustituir la correa de distribución, siempre se deben sustituir al mismo tiempo las poleas tensoras y las poleas tensoras del accionamiento de la correa de distribución. Éstas están sometidas a los mismos esfuerzos que la correa dentada. De este modo se evita tener que volver a reparar el accionamiento de la correa dentada al cabo de poco tiempo debido al fallo de una polea tensora o tensora. Al mismo tiempo, también es aconsejable sustituir cualquier bomba de agua accionada por el accionamiento de distribución.
Para garantizar que el accionamiento de distribución con correa dentada esté en perfectas condiciones, deben respetarse estrictamente los intervalos de mantenimiento del fabricante del vehículo. Así se puede evitar un defecto en el accionamiento de distribución, que puede dar lugar a costosas reparaciones, como daños en el motor.
Como la correa de distribución no necesita lubricación en comparación con la cadena de distribución y los engranajes rectos, no es necesario sellarla al circuito de aceite del motor. Por consiguiente, no hay riesgo de que una junta defectuosa provoque fugas de aceite. Cuando se sustituyan los componentes del accionamiento de la distribución, el agua de refrigeración que gotee o se acumule debe eliminarse adecuadamente. No debe permitirse que entre en el sistema de alcantarillado debido al anticongelante añadido.