Las bocinas y fanfarrias permiten al conductor informar o alertar a los demás usuarios de la vía sobre la posición y el movimiento del vehículo, especialmente en situaciones de peligro.
Las bocinas forman parte del equipamiento de seguridad de un coche. Su correcto funcionamiento puede ser crucial en situaciones de peligro para evitar colisiones con otros usuarios de la carretera. Sin embargo, según el artículo 16 de la Ley de Tráfico de Alemania (StVO), las bocinas solo pueden utilizarse para evitar un peligro inminente o para indicar la intención de adelantar fuera de las zonas urbanizadas.
Las bocinas y fanfarrias son obligatorias en todos los vehículos de motor según el artículo 55 del Reglamento alemán sobre permisos de circulación (StVZO) y su inconfundible sonido puede oírse hoy en día en el tráfico rodado de todo el mundo. Existen las siguientes bocinas diferentes para vehículos de motor:
La diferencia entre las bocinas y las fanfarrias es que las primeras producen sonido en todas las direcciones, mientras que las segundas lo concentran y lo dirigen en una sola dirección. La primera bocina eléctrica de señalización se patentó en Alemania hace 100 años. Sin embargo, el principio de diseño no ha cambiado hasta nuestros días: Una membrana excitada eléctricamente genera el sonido, que se irradia en todas direcciones. El embudo de las fanfarrias, que está afinado, también utiliza una membrana para producir un sonido especialmente agradable y suave que se dirige en una dirección.